En 1993, AT&T lanzó una serie de comerciales de televisión que miraban al futuro de la tecnología mostrando una serie de avances fantásticos y excitantes:

Si no puede ver el vídeo aquí, mírelo directamente en Youtube.

Vamos a analizar cada una de las tecnologías que mencionan:

¿Alguna vez has leído un libro a miles de millas de distancia? Bienvenidos a la Web. Recuerden que en 1993 la absoluta mayoría de la gente no conocía qué era ni cómo funcionaba la Internet. Hoy día leer libros a través de la red es común, aunque no todo está disponible y Google todavía está luchando con algunas casas editoriales para permitir que el contenido de sus libros sea rebuscable. Por otro lado, la Internet en parte ha cambiado el concepto de lo que es un libro, y mucho material que antes se publicaba en libros o en la prensa ahora tiene hogar en páginas de la web. En efecto, la web es de por sí la nueva biblioteca.

¿Alguna vez has cruzado el país sin parar a pedir direcciones? Los sistemas de navegación por satélite hoy son comunes, y muchos fabricantes los incluyen como opción en sus automóviles.

¿Has enviado un fax desde la playa? Email y WIFI. Es interesante que en el anuncio tuvieron que decir “fax” porque en aquel tiempo la gente no sabía lo que era un correo electrónico.

¿Has pagado el peaje sin reducir la velocidad? Desde hace tiempo existen sistemas de pago automático de peaje. En Puerto Rico el “autoexpreso” surgió hace apenas algunos años.

¿Has comprado boletos para un concierto desde un cajero automático? . En Puerto Rico le llamamos Ticketpop.

¿Has acostado a tu bebé desde un teléfono público? No, pero ya se está empezando a ver la transmisión de vídeo a través de teléfonos celulares. Lo interesante aquí es que quizás no pudieron predecir que gracias al auge que ha tenido la telefonía celular, los teléfonos públicos han desaparecido casi por completo.

¿Has abierto una puerta con el sonido de tu voz? Dispositivos simples que reconocen la voz existen hoy, pero rara vez se utilizan como un método de seguridad; seguramente es fácil engañarlos. En las empresas se favorece el uso de puertas que se abren ante la presencia de una tarjeta de seguridad inalámbrica. Poco a poco el uso de RFID se hará más común, a pesar de la controversia que ha generado por cuestiones de seguridad y privacidad.

¿Has cargado todo tu historial médico en tu billetera? Muchos de nuestros expedientes médicos ya se almacenan en formato digital, y se está trabajando porque exista acceso universal a esta información. Sin embargo, las preocupaciones sobre la seguridad de la información y la privacidad del individuo han retrasado la implementación de estos sistemas, y han hecho que se abandone la idea de cargar el historial médico en una tarjeta.

¿Has asistido descalzo a una reunión de negocio? Las conferencias a través de la web (con audio, vídeo y datos) ya son cosa común.

¿Has visto la película que quieres, en el momento que quieres? Toda la tecnología existe y está ahí (lea sobre temas como el IPTV, Video on Demand, el iTV de Apple y muchos otros), y ya en nuestros hogares tenemos ancho de banda suficiente para la transmisión de vídeo. Pero lo que en verdad ha evitado que esta idea se haga realidad por completo es la negativa de las casas productoras de cine y televisión, que le tienen medio a la piratería digital. Por otro lado, el que sabe buscar, encuentra lo que sea en la Internet con un poco de esfuerzo.

¿Has aprendido cosas desde lugares lejanos? La educación a distancia utilizando la Internet también es común hoy, aunque no todas las universidades que ofrecen cursos a distancia dan las conferencias en vivo por la Web. Aun así, los “webinars” son hoy una tecnología madura y ampliamente utilizada en la educación y en los negocios.

Aunque AT&T no fue el que trajo la mayoría de estas innovaciones como prometieron en estos anuncios, sí podemos ver que la casi todas son hoy cosa común. En especial hay que notar que la mayoría de éstas se han logrado gracias a la Internet, probablemente la revolución tecnológica más importante de los últimos diez o veinte años. También hay que notar cómo hemos tenido que replantearnos los problemas de derecho de autoría, seguridad y privacidad en un mundo constantemente conectado e inmediatamente accesible.